LA RESPUESTA

 Aun a veces pienso en eso y me sigue doliendo, me duele haber sido utilizado, me duele no haber sabido aceptarlo y me duele haberme cerrado definitivamente una puerta que desearía haber dejado abierta. Pero al final, no me quejo ni las culpo, soy conciente de que me gane a pulso y merezco lo que sienten (si es que sienten algo) por mí. Ya no soy un niño y debo aceptar que mis actos conllevan consecuencias, que por muy desagradables que sean, son mi responsabilidad y punto. Ademas, a varias personas yo les he hecho las mismas cosas, incluso peores. Podria justificarme diciendo que es una especie de balanza cosmica, pero no, lo cierto es que en la ruleta rusa de las relaciones, casi siempre acabamos jodidos y jodiendo a los demas. Y al escribir todo esto noto un patrón; siempre me enculo con personas que son muy diferentes a mi, que no me entienden y lo mas importante; que no les interesa entenderme. En todos estos casos he tratado de cambiar algo de mí para encajar mejor. He tratado de ser comprensivo, empatico y conciliador. Y al final, ha sido contraproducente. Cuando me esfuerzo, solo consigo desprecio. En cambio, cuando he sido como soy; patán, indiferente, desapegado y sutil como un tanque; cuando no he buscado nada mas, he conseguido (sin proponérmelo) que la gente me aprecie, me estime y hasta me quiera, siendo esto incomprensible para mí. Así que si alguno aun se pregunta que carajos es lo que quieren las mujeres, ahí esta la respuesta. Es pésima, pero no puedo dar otra.