Que ganas de poder volar y darme cuenta de lo pequeño
que somos y lo absurdo que resulta el tamaño de nuestros "problemas".
Que
ganas de que permanezca el olor de las primeras gotas de lluvia penetrando la
tierra, sin intención de querer compararlo con "tu olor".
Que
ganas de tocar todo lo que no espina.
Que
ganas de que "el disfraz" no tenga ningún valor.
Que
ganas de poder interpretar "tu silencio".
Que
ganas de "decir" únicamente lo que quieres "escuchar", para
dejar de lastimar.
Que
ganas de "perder la razón", para no tener que exigirme.
Que
ganas de comenzar el día pensando que cuando termine, no habrá otro día más.
Que
ganas de despegar los pies de la realidad y convertirla en un "sueño
permanente".
Que
ganas de "recibir", la misma "entrega".
Que
ganas de TODO y a veces de NADA.
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