Ya no estás...

Yo, que te pedí que no te fueras...
Yo, que te pedí que siempre estuvieses a mi lado...
Yo, que redundo a cada rato, que repito cada palabra de amor tuya una y otra vez en mi mente...
Yo, que nunca me cansé de suplicarte, de quererte, de rogarte...
Yo, que siempre te pedí disculpas cuando no tenía la culpa...
Yo, me he quedado sola una vez más por amar demás...

No sé cuál error fue el fatal, no sé cual de todos marcó el punto final.
Pero el problema es ese, que te has ido...


            Que ya no estás.

Que me escondo en las sombras y no puedo ver más.
Que tras cada decepción y fracaso me hundo cada vez más
Nada de esto es sencillo y vaya que he intentado explicarlo, pero...
Es tarde ya para intentar entender, es que, ahora que lo pienso...

          Ni siquiera tengo a quién explicarle qué.

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