Creo que me he perdido...

Creo que me he perdido. 

Me he quedado sin casualidades, sin corazones rojos y sin calles llenas de baldosas de otro siglo. 

Sin esas noches que parece que no acaban,  enfurruñada como una niño pequeño al que no le dan lo que quiere. 

Pero el problema es no saber, no saber lo que se quiere y no saber qué desear.

 Y así seguimos. 

Cuatro lágrimas contadas y a olvidarse de que a veces duele. 

Somos fuertes. 

 O lo fingimos.




No hay comentarios: