no quiero que me digas
lo que tengo que hacer
yo sé cuando oscurecen los pasillos
vengo mirando almas
desde que me recuerdo
tengo las manos quietas para apresar la calma
y es muy poco probable que encaje en tus casillas
nunca habré de juzgar tus movimientos
nunca me interpondré cuando decidas
no hay tiempo para tantas sensaciones
y no tendrás palabras suficientes
ni gestos
ni miradas
para prevalecer en mis infiernos
no tengo tus zapatos
ni los quiero
es menester andar este calvario
y no me digas que estoy equivocado
pues siempre lo he sabido
es más
hace un instante
acabo de nacer
y me arrepiento
y en un instante más
ya seré otro
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