A veces las cosas no salen exactamente como esperábamos. Entonces nos da por achacarlo al karma, a la mala suerte o a la vida de mierda que en ese momento creemos que tenemos. Sin embargo cuándo todo sale cómo queremos no pensamos en la buena suerte o en la vida genial que tenemos. Tendemos a pensar que estamos en racha y que eso acabará en algún momento.
No sé porqué las personas somos tan incapaces de vivir al máximo los momentos y ver el lado positivo de las cosas. Si ese fuera nuestro modo de vida, sería mucho más fácil aguantar esos momentos en los que lo malo nos asfixia. Supongo que es difícil, sobre todo cuando esa especie de manto negro te impide pensar bien. Por eso, cuando eres incapaz de verlo por ti mismo, necesitas a alguien que te muestre el otro lado, lo que no eres capaz de ver y te enseñe que siempre hay algún buen motivo por el que sonreír
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