¿Sabes que es lo mejor de esta situación absurda? Que ella ya no está a tu lado. Y me dirás ¿pero qué dices? ¡Esa es la razón porque la que estoy hundido y lloro cada día! Pero es por eso que le quieres aún, porque la has perdido.
No porque te des cuenta de lo que tenías al perderla, que también, sino porque al no tenerla, te inventas cómo será ahora, y tú mismo construyes solo cómo sería si aún estuvieran juntos.
Te imaginas algo de una perfección brutal, y lloras por eso, porque no tienes la perfección que tú mismo te has empeñado en creer que tendrías si ella no se hubiera marchado.
Si se hubiera quedado más días, más años, probablemente no hubiera sido perfecto.
Habrían discutido, tal vez habrían acabado odiándose, quizás hubieras sido tú el que se habría marchado.
Piensa que por lo menos a ti te duró el amor.
Darte cuenta de que ya no quieres a la persona que tienes al lado debe ser horrible.
Quieres recuperarle, pero escúchame.
Si lo consigues no será como en tus sueños. Y te sentirás muy vacío al descubrir que tus sueños te engañaron. Idealízala convirtiéndola en platónico, porque solo así será perfecto para siempre.
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