que todos los tuyos temen con temblores
donde a pesar de los arroyos y los ruiseñores
no tendrás nada sobre qué escribir:
y sufrirás ese funesto destino
que es peor que morir
Sabrás que ha arribado la hora aciaga
cuando la lluvia sea sólo lluvia,
agua que cae, pero nada más.
y mires absorto la luna sin suspirar
porque ni primaveras, puentes y abrazos
harán a tu corazón vacilar
Las palabras: libertad, amor y sufrimiento
te dirán lo mismo que patatas, silbato y calcetines
cuando sordo ante la Música tu camines
como un sonámbulo que mendiga al viento
En ese día terrible que marchitará
el horizonte desolado de mediocridad
será entonces cuando audaz
deberás penetrar
la mina oculta de la Inspiración
y extraer con gracia y tiempo
ese inútil y sucio carbón
que llamamos Aburrimiento
Para convertirlo en piedra preciosa
de esperanza fulgurante
que pueda iluminar por un instante
y te sirva de recordatorio de por vida:
pues el más grande poeta
degenera en analfabeta
si acaso de esta dura lección se olvida.
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