Nunca vas a saber lo que es para mi tu ausencia, nunca vas a saber cuanta falta me haces, la cantidad de felicidad te llevaste, y cuantos recuerdos me dejaste, Nunca vas a saber, nunca, todo lo que quedo pendiente, cuantos fueron todos los besos que no se dieron, cuantas las palabras que no se dijeron, cuanto amor falto por dar. Nunca, pero nunca, vas a saber que no supe llevar la situación, el atarme al amor de mi vida, el sentir que eras tu y nadie más. No pude, y lo lamento hasta el día de hoy, no pude.
Más de una vez uno se deja llevar por impulsos y generalmente son esos impulsos, de lo que te vas a arrepentir por siempre, más que nada, cuando te das cuenta la magnitud de todo aquello que perdiste. Cambias tu rutina por cosas que pueden durar días, y esos días se hacen eternos, y cuando esa eternidad llega a su fin, te das cuenta que estas vacío, solo. Como si estuvieras desnudo en medio de un paisaje sumamente desolado. Como si gritaras, como si pidieras auxilio y nadie te escuchara.
Cuando llegas a ese punto, estas acabado, lo perdiste. Por completo.
Ya te cansas de estar arrepentido de todo y cuando logras descargarte,ese error te lo encontras en todos lados, y cuanto más lo ignoras, mas parece atormentar.
Ya te cansas de estar arrepentido de todo y cuando logras descargarte,ese error te lo encontras en todos lados, y cuanto más lo ignoras, mas parece atormentar.
Cuando su voz suena por todos los rincones, ves su cara por todas partes, te das cuenta, nuevamente, que no lograste superar, que te sigue causando cosas, o que suenan mas fuertes que el presente, los recuerdos. esos que siempre van acompañados de lagrimas, de remordimientos, de angustias, de soledades, de esos seamos, que nunca fueron. En mi, vienen en forma de, para siempre.
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