Es increíble la manera en como un pre adolescente se divierte no tendría más de 12-14 años y por algunos rasgos en particular se veía que tenía alguna discapacidad mental, fue raro verlo jugar con un camión de cartón, sólo pude alcanzar a ver que sacaba algunas piezas y algunos plumones.
El joven se dedico todo el tiempo que estuve ahí para terminar su camión, al lado de el estaba su papa o eso pienso, dándole indicaciones y de vez en cuando un leve regaño por querer poner la puerta en el lugar de la ventana y viceversa. El Niño solo sonríe y en ocasiones asentí, es de esas relaciones padre e hijo que pocas veces se ven.
El padre vendía bolis bonice, se instalaron desde temprano, es aquí cuando veo el amor de padre, la necesidad de sobrevivir de salir adelante. De darles un mejor futuro a tus hijos del que uno tuvo.
Son estas personas las que dan lecciones de vida, aunque muchas veces no nos queramos dar cuenta.
Rondo los 30 años y últimamente me pregunto estaré algún día listo para ser padre, y siempre la respuesta es la misma no lose.
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