Búsqueda...

Creo que he pasado toda mi vida buscando a alguien que me escuche.

No a un cualquiera, yo no quiero obligar a una persona a escucharme, o que finjan hacerlo como hacen muchos, esperando su turno para ser escuchados. Yo no quiero abrirme a alguien que no comprenda mis palabras, ni busco atención, ni aprobación, ni que me alienten, ni que se sorprendan, ni que alimenten mis esperanzas, ni que opinen sobre mis pensamientos. 

Simplemente alguien al que yo le interese, le interese mi vida, le interese mi opinión, le interesen mis sueños, mis metas, mis ganas de huir, de escaparme, mi deseo inútil de que el mundo cambie, mi visión de la vida, mis ganas de encontrar a esa persona, mi manera de evadirme del mundo y a dónde me voy cuando me escapo de él. 
Alguien a quien abrirme sin miedo alguno, que comprenda que es la única persona a la que le estoy contando lo que pienso y lo que siento. Alguien al que me interese conocer, comprender, ayudar, acompañar, abrazar y apoyar, que nos entendamos el uno al otro. 
Una persona sin límites, sin barreras, sin prejuicios, sin hipocresía, sin miedos absurdos que no crea en fronteras artificiales. Con quien sentirme cómodo, sentirme yo como nunca me he sentido en mi vida.

Sé que nunca he mostrado demasiado mi interior, y no por miedo, o por vergüenza. Si no porque sé que no lo entienden, o quizá las veces que he intentado ser yo (no quiere decir que no me comporte tal y como yo soy, pero a ser yo mismo le doy un significado más profundo que a mi manera de ser) no me he sentido comprendido como me gustaría.
Solo me queda seguir a la espera. 

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