Hoy se me parte el corazón en mil pedazos. Me miro al espejo y me digo que merezco ser feliz, que merezco que me amen con locura, que me valoren, ser el centro de un algo… de dos.
Hoy me miro y no me creo. Me han demostrado tantas veces que no es así… no me han elegido. Nunca me eligieron. El ave de paso era yo.
Me dije durante años que brillaría, que un día sería el sol de otro alguien, la paz, la realidad, la felicidad… pero no lo fui. Nunca encontré a mi igual, a mi persona. A aquel que solo con mirarme… se sintiera completo.
Hoy mi corazón espera que suene el timbre de casa. Que venga, me abrace y me pida disculpas. Que no la elija a ella tirando por la borda todo lo que estábamos construyendo.
Hoy mi cabeza sabe que dormirá en los brazos de otro. De aquella a la intenté tratar con respeto. De aquella que se burló de mi.
Así fue siempre mi vida. La culpa es solo mía.
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