Juego al olvido

A veces juego al olvido. Me pongo a construir mis recuerdos, los que me dirán quién soy cuando dentro de un montón de años no me quede más que la memoria; y para darles forma, siempre ayuda olvidar. Es que a veces nos confundimos; pensamos que el olvido es la falta de memoria, pero es al revés: la memoria se construye a base de olvidos. Yo me lo imagino así: tomas una hoja de papel blanco y con un lápiz de esos de dibujo al carbón, la llenas toda. Y luego, con una goma, vas borrando aquí y allá hasta darle forma a tu gusto: un rostro, una figura, un gesto, una luz. El carbón es el recuerdo y la goma es el olvido.

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