Hace un par de días entre gimnasio, una nueva meta a unos meses. Tengo una nueva meta en mi trabajo, también para dentro de unos meses.
Construyo un nuevo futuro, uno muy diferente al que nunca había imaginado.
Me deconstruyo para reconstruirme paso a paso.
Desecho las partes de mí que ya no sirven y alimento las que me hacen más fuerte, las que me hacen avanzar; porque soy imparable, soy indestructible.
Pero entre todos mis nuevos planes personales, un viejo deseo persiste.
Redención.
Tan cerca y tan lejos.
Nunca he creído en señales y no empezaré ahora.
Hoy estás aquí conmigo.
Aunque no estés.
Aunque nunca vuelvas a estar