De Hulk, ya tengo lo amargado y los pantalones rotos; de los Simpson, ahí la llevo con la cerveza y la caída del cabello; el traje gris ya no me queda y de los príncipes azules no tengo nada. Ni me interesa tenerlo.
Me conformo con ser el sueño del que te levantes furiosa por haber despertado en la mejor parte. El sueño al que intentes volver para empezar donde te quedaste. El sueño del que te acuerdes todo el día y todos los días sean como un sueño.
¿Para qué quieres gente de colores? Ésa sólo existe en la televisión. ¿Para qué vivir una realidad de gente descolorida, si a mí puedes tenerme en tus sueños? Soy tan real como ellos.
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