La plática

 La plática se empezó a poner cachonda y faltaba todavía un buen de tiempo para llegar. Te dije que enumeráramos los lugares más extraños y memorables en los que habíamos hecho el amor. Prometimos ser muy sinceros; total, lo que no fue en nuestro año nunca nos ha hecho daño. Curiosamente, ambos mencionamos las mismas situaciones. Situaciones que habíamos vivido juntos y no con otras personas, no por no herirnos nuestros sentimientos, sino porque esa era la verdad del asunto. Empezaste y yo te seguí con la lista: en una cama elástica, en el asiento trasero de un auto compacto, en la caja de una camioneta, adentro de un sleeping bag, bajo una lluvia de estrellas, a la orilla de una poza en Cuatro Ciénegas, dentro de una claustrofóbica tienda de campaña, en el baño de la casa de un amigo, en una terraza con vista a un bosque, en una banca, después de comer haschisch en Ámsterdam, en el baño público de un hostal en Brujas, en una hamaca en Playa del Carmen, manejando en una terracería, en cuartos de hotel con paredes de tabla roca, en un sillón de piel, en sillas de plástico, en sillas de lámina que me helaron las nalgas, arriba de un lavamanos, en una oficina escuchando un disco quemado, en un sofá cama, en el tapete de la sala terminando con las rodillas raspadas, sobre los cojines de la sala en el piso para no terminar con las rodillas raspadas, y en el típico jacuzzi., en un parque, dentro de la iglesia, en el cine, en la calle, en el trabajo, en local donde trabajabas, en el local de tu mama, en el local de mi papa, en el camion, en una alberca, en el tour de todos los moteles de queretaro Jajaja. Nada mejor que una plática de esas en una carretera desierta, recta y sin paisajes verdes. Íbamos con rumbo a la playa y de lo que nos dimos cuenta fue que, absurdamente, nunca habíamos hecho el amor en la playa-playa, sobre la arena o dentro del mar. Lo intentamos una vez, pero tú sabes… la arena…

Me planteaste algo mejor para las horas de camino que quedaban: que pensáramos en los lugares donde nos faltaba hacer el amor. Uuuuuy, pos en un chingo, te dije bajando el volumen del estéreo. Nos falta arriba de un caballo, tirándonos en paracaídas, en un cine con gente... Me interumpiste de inmediato. Oríllate, me dijiste, vamos borrando uno de la lista.
Y pues yo soy bien obediente…




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