Y O U

 Y entonces lo vi claro. Si yo no era feliz, nadie lo será por mí. Como mucho me hará serlo en su compañía, y eso no me sirve. Esto es simple. Si no lo haces por ti no lo hace nadie. No hay que sonreir. Ni hablar bien a todo el mundo. Ni ser amable. No te confundas. Se trata de inhalar los momentos y soltar una carcajada para expulsar el aire. Y así sucesivamente. Cada vez que respires tienes que retener el momento, hacer que explote dentro de ti. Sentir que te falta el aire.  Y lo mágico de que te falte el aire, es que al volver a inhalar volverás a sentir la sensación de caerte al vacío, la culminación, de hacer tuyo el momento y disfrutarlo hasta romperte. Ahí si que sonreirás maldiciendo el tiempo que has perdido tan solo respirando, cogiendo aire y soltándolo, sin nada más. Y se trata de esto, de respirar hasta quedarte sin aliento, de convertir cada suspiro en alguien, cada sonrisa en algo, y cada  recuerdo en tí. Por que somos recuerdos, pero solo los que no duelen, por que amiga, hay que seguir adelante, y es culero si las lágrimas nos mojan el camino. 




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